No siempre fui un facilitador integral  

Realmente pasé más de 30 años intentando encontrar la manera de convertirme en ese facilitador capaz de abordar hasta el más “difícil” de los grupos y ayudarle a transformar radicalmente su realidad.

 

Pero, antes de adentrarnos en los pormenores del chisme que nos han traído a este punto, permíteme presentarme: Mi nombre es Raúl Aramayo. Soy boliviano. 

Y según mi amada hija Valeria soy un “ayudador profesional de personas”

Título qué, te confieso, me representa infinitamente más que todos esos que aparecen en mi curriculum (Economista, Magíster en Planificación de Empresas, Cooperador Internacional, Terapeuta, etc).

 

¿Cómo empezó todo?

Si al principio de este camino me hubieras preguntado ¿qué significa "facilitar"?, probablemente te habría hablado de dinámicas, metodologías y herramientas.

 

Pero después de más de 3 décadas facilitando procesos de transformación en personas, grupos y comunidades de distintos ámbitos, en más de 14 países de LATAM, me di cuenta de algo: las metodologías por sí solas no garantizan resultados sostenibles.

 He facilitado en contextos casi extremos: Desde espacios de mediación en conflictos sociales, hasta procesos de reestructuración organizacional. 

 He trabajado con comunidades que buscaban reconstruirse, con equipos que necesitaban nuevas formas de operar y con líderes que enfrentaban desafíos complejos.

 Y en todos estos espacios, una y otra vez vi el mismo patrón:

  • Las herramientas funcionaban… hasta que dejaban de hacerlo.
  • Lo que era efectivo en un grupo, no tenía impacto en otro (e incluso podría oscurecer el panorama).
  • En principio las transformaciones logradas parecían profundas, pero con el tiempo se desvanecían.

 En definitiva, algo no terminaba de encajar y eso me estaba rompiendo la cabeza.

¿Qué es Facilitación Integral?

No es una metodología más, realmente es una metametodología que, al estar basada en la Teoría Integral de Ken Wilber, te permite ver la realidad de cualquier grupo en sus 4 dimensiones: psicológica, relacional, conductual y social.

Y, en consonancia con eso, integrar herramientas de psicología, pedagogía, sociología, economía y más… para realizar intervenciones que generen transformaciones profundas y sostenibles en cada dimensión. 

(Como ves, eso de “Integral” no está de adorno)

 

¿Por qué cambia la forma en que trabajas con grupos?

No te obliga a seguir un guion preestablecido, sino que te da un sistema para saber qué hacer en cada momento, incluso cuando el grupo cambia de dirección.

No se enfoca solo en dinámicas o herramientas, sino en cómo sostener cambios reales que no desaparezcan después de una sesión.

No te dice “usa esta técnica”, sino que te muestra cómo elegir la intervención correcta para cada grupo, en cada fase del proceso.

Si alguna vez has sentido que tus intervenciones vienen más desde la intuición que desde una estructura clara, FI es la brújula que te faltaba.

¿Cómo logra todo esto?

FI está construido sobre tres principios clave, que hacen posible intervenir con precisión en cualquier grupo:

Omnicuadrante: Cada grupo es un sistema vivo con múltiples dimensiones en juego. 

FI te permite analizar la parte emocional, cognitiva, conductual y social de cada proceso para intervenir con más profundidad y sin dejar puntos ciegos.

Omnilínea: No todos los participantes están en el mismo nivel de desarrollo. 

FI te ayuda a identificar rápidamente dónde está cada persona y cómo facilitar sin que nadie se quede atrás o se desconecte del proceso.

Omninivel: Los grupos evolucionan y cambian su nivel de conciencia a medida que avanzan.

FI te permite leer esos cambios y ajustar la facilitación en tiempo real para que la transformación sea progresiva y sostenible.

Por eso, hasta el día de hoy miles de facilitadores grupales de todo LATAM – desde educadores y consultores organizacionales, hasta terapéutas y líderes comunitarios– han decidido formarse en este modelo.

 

Y si todo esto resuena contigo, tú también puedes hacerlo a través de cualquier de nuestros programas:

 

 

Soy Raúl Aramayo, facilitador y creador del Modelo de Facilitación Integral.

Llevo más de 30 años facilitando procesos de transformación en personas, grupos y comunidades en más de 14 países de LATAM.

 

En este tiempo, he visto lo mismo una y otra vez: facilitadores con conocimientos profundos, pero sin una brújula clara para aplicarlos estratégicamente en sus grupos.

 

Facilitación Integral nació para responder a esa necesidad.

 

Trabajo con facilitadores, educadores, líderes y profesionales que, como tú, quieren dejar de improvisar, saber exactamente qué hacer en cada momento y asegurarse de que el impacto que generan realmente perdure en el tiempo.

 

Porque facilitar no es solo cuestión de acumular técnicas y esperar que alguna funcione. Es entender cómo leer la dinámica de un grupo en tiempo real, cómo intervenir con precisión y cómo sostener procesos de cambio sin que se diluyan en una semana.

 

Por eso creé este modelo y por eso ahora puedes aprenderlo a través de nuestras formaciones.

Facilitar grupos con claridad, precisión y estrategia no debería ser un proceso de ensayo y error

Únete a la comunidad de facilitadores que ya están descubriendo cómo leer cualquier grupo en tiempo real, intervenir con certeza y sostener transformaciones que realmente perduren.

 

¡Conoce nuestras formaciones y aprende a aplicar este modelo en tu práctica!